En 2005 un horizonte de esperanza llamo a las puertas de Sudán ya que después de más de dos décadas de conflicto entre el norte y el sur, el gobierno y las partes en conflicto firmaron un acuerdo de paz general en en ese mismo año. Esto puso punto final al conflicto y llevó a la formación de un gobierno de unidad nacional.
Han transcurrido de eso ya dos años. La situación actual en Sudán, según Autoridades sudanesas, es de una imperiosa necesidad basada en más de 2.000 millones de dólares para poner en marcha cientos de proyectos humanitarios y de desarrollo en el país, especialmente en las regiones asoladas por la guerra.
A parte de cobrarse las vidas de más de 200.000 personas y desplazar a dos millones, el conflicto de Darfur ha destruido también las infraestructuras y los servicios.
Se señala que más de cuatro millones de personas en la región viven aún afectados directamente por la crisis, que ha atraído la atención internacional. Sudán se enfrenta a muchos problemas tales como la falta de agua potable, enfermedades y malnutrición. Cerca del 30% de la población del país carece aún de acceso al agua potable.
La ONU no solo ha pedido a la comunidad de donantes que rescate a Sudán de la crisis humanitaria y de desarrollo, también ha destacado la necesidad de que el dinero se utilice de forma que beneficie a las poblaciones afectadas.
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